El otro día leía esto en inforjardín:
En la azotea de un bloque de pisos contiguo al mio hay un avispero, y cada año por primavera vienen las avispas a dar vueltas por mi terraza en busca de agua (la toman del bebedero del perro) y a por el almuerzo. Siguen siempre el mismo ritual: aparece una sola que planea paseandose por entre las ramas de todo lo que tengo plantado, es como si hiciese un viaje de reconocimiento. Después aparece otra, y otra y otra.... y algunas se lanzan decididamente contra las ramas; las hojas se agitan violentamente y esto es lo que ocurre en el envés de una de ellas...
Cuando atrapan a un gusano de su tamaño o inferior se la llevan volando, pero cuando consiguen un trofeo que a veces les triplica, pues no queda más remedio que llevarselas en rodajas
Tienen unas afiladísimas y potentes mandíbulas con las que poco a poco van cortando los tejidos hasta conseguir que se desprendan, y trozo a trozo la acarrean volando a su nido.
Siempre he observado que comienzan a trocear por la parte "trasera", dejando la cabeza para el final, que separan del tronco y no se la llevan.
Suena un poco "gore", pero así funciona la naturaleza.
Moraleja: si hubiésemos fumigado la tomatera con un insecticida tipo Confidor, nos hubiéramos cargado las avispas y tendrías más gusanos, por lo que tendrías que aumentar los tratamientos, se harían resistentes al confidor y tendríamos que cambiar a otros insecticidas....y así hasta conseguir que las cuentas de resultados de Bayer mejoren aún más.
lunes, 4 de julio de 2011
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